domingo, 22 de julio de 2007

"Cuando un hombre se da cuenta de que su padre tal vez tenía razón, normalmente tiene un hijo que cree que está equivocado". (Charles Wadsworth)


La semana pasada recibí un email de J.L., padre de un adolescente, y me decía lo siguiente:
" .....Este fin de semana ha vuelto a llegar tarde.... No hace caso de las horas....su madre y yo nos pasamos el fin de semana sin dormir, nos levantamos de mal humor y lo castigamos una y otra vez....el castigo, evidentemente, es para toda la familia. Nuestra relación es tensa, no nos cuenta nada...." y un largo etc. Seguramente muchos estareis pasando por ésta misma situación.
¿Cómo hacer coaching con nuestro hijo después de una situación como ésta?
1º NO GRITAR - aunque cueste - los gritos solo van a alimentar su rebeldía.
Él/Ella quiere ser un adulto y tomar sus propias decisiones. Hay que explicarle lo que es ser adulto, los adultos no solo se divierten y salen y pueden llegar tarde, los adultos trabajan y tienen responsabilidades.
Hacer las siguientes preguntas:
-¿Cúal es mi trabajo?
-¿Qué tipos de reponsabilidades tengo?
-¿A quién tengo que dar cuentas de lo que hago?
Con este tipo de preguntas vamos a saber hasta que punto saben nuestros hijos de nosotros, de nuestro trabajo, de nuestra vida.... no solo tenemos que saber que hacen y que piensan ellos, ellos también tienen que saber de sus padres. Todo esto nos va a ayudar a acercarnos a él y que comience a crecer la confianza entre padres e hijos.

2º HABLAR Y RAZONAR. Ellos necesitan hablar con alguien de todo lo que piensan, de todo lo que les está pasando, ellos en el fondo, creen en sus padres, pero se piensan que el confiar en ellos les hace volver a la infancia, les hace depender otra vez de nosotros, como cuando eran pequeños, y a veces los padres, sin querer, alimentamos todas esas dudas para contarnos sus cosas, cuando les gritamos, cuando decimos que algo se hace así por que sí o por que lo digo yo,cuando decimos NO sin dar ninguna explicación.... a veces estamos cansados, o llevamos prisa, o no sabemos como explicar lo que sentimos, entonces lo remediamos con una voz o con un NO, todo esto hace que demos pasitos hacia atrás, los estamos llevando a su infancia otra vez, o por lo menos eso es lo que ellos piensan.
Esta etapa es diferente, necesitamos tiempo para hablar con ellos por que ahora, hay que dar razones y explicaciones de por qué "no me gusta que vuelvas tan tarde" ó "no me gusta ese amigo" etc, etc.
3º ¡OJO! Autoridad SI, Autoritarismo NO.
4º En la conversación introducir preguntas como éstas:
- ¿Qué tal te lo pasaste anoche?
- ¿Qué tal nos lo pasamos nosotros?
- ¿Qué crees que nosotros pensamos cuando estás de "marcha"?
- ¿Qué hacemos?
- ¿Qué piensas que deberíamos hacer?
- Si estuvieras en nuestra situación ¿que harías? ¿qué nos dirias?
- El que tu hayas llegado tarde ha puesto todos los planes de la familia para este fin de semana del revés:
- ¿Qué podemos hacer?
- ¿Qué vas a hacer tú para solucionar el problema?
- ¿Qué crees que debo hacer yo? ¿Y tu madre? ¿Y tus hermanos?
Hay veces que se cierran en banda y no se les saca ni una palabra. Hay que dar tiempo al tiempo, todo lo que nosotros les decimos se va sembrando en su mente y al final va creciendo, y dará su fruto.
No obstante hay adolescentes que les cuesta mucho abrirse a los padres y necesitan hablar con otra persona, y para eso estamos nosotros los coaches, para ayudarles y escucharles en ese camino hacia la madurez.
Somos un gran apoyo para los padres.