viernes, 21 de junio de 2013

"LOS CUATRO ACUERDOS DE LA FILOSOFÍA TOLTECA"


 
1ºNO HAGAS SUPOSICIONES

No des nada por supuesto.
Si tienes dudas, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increibles, que solo envenenan tu alma y que no tienen fundamento.

2º HONRA TUS PALABRAS

Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a tí mismo.
Si no te honras a tí mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es honrarte a tí mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.
Eres auténtico y te hace responsable ante los demás y ante tí mismo.

3º HAZ SIEMPRE LO MEJOR QUE PUEDAS

Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.

4º NO TOMES NADA PERSONALMENTE

Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.
En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo.
Pero el problema es de él no tuyo.

miércoles, 19 de junio de 2013

HELLO!!!!!



Uno de mis videos favoritos 

HELLO! 



Lo comparto con vosotros, seguro que os gusta (pica en hello)

jueves, 13 de junio de 2013

"DADORES DE ALAS"







Quiero compartir con vosotros este artículo que una gran amiga mia me dió un día,  me dijo: "Carmen tú eres una  dadora de alas", uff!  ¡Cuánto me gustó que me dijera aquello!  porque en realidad es eso lo que hago, ayudo a los demás dándoles esas alas que necesitan para echar a volar, para salir de su zona de confort, para dar su primer paso............ ¡qué subidón de autoestima me dieron aquellas palabras! y ahora son mi lema , mi bandera:

Soy Coach Personal y soy Dadora de Alas...... ¡me encanta!

En aquel momento,  ella sin saberlo,  me estaba dando alas a mí, para seguir hacia delante el camino que había elegido.

Desde aquí: ¡Gracias Hermana Domi!


"A lo largo de nuestra vida encontramos personas que nos “dan alas”, nos incitan a desplegar lo mejor de nosotros mismos y nos sentimos mejores en su presencia. Es como si ante sus ojos pudiéramos reestrenar nuestra vida y nos muestran horizontes propios que no podíamos ni imaginar. Es un inmenso regalo recibir esto y poder provocarlo en otros.
También sabemos que puede ocurrir lo contrario. Nos acostumbramos a hacernos una imagen de los otros, los clasificamos: inteligentes o torpes, profundos o superficiales, simpáticos o aburridos… y los encasillamos bajo una apariencia que nos cuesta mucho modificar, se nos velan los ojos para la novedad con la rutina. 


Algo de eso debió experimentar Jesús con la gente de su pueblo. Me gusta pensar que las preguntas que le hacen: “¿De dónde le viene a éste todo eso?... ¿No es hijo de José el carpintero? ¿No están sus hermanos aquí? (Mc 6, 1-6)”, ponen de manifiesto la sencillez y la veracidad del proceso de maduración de Jesús. Su camino humano, tan humano que cuesta creerlo. Uno de tantos, como la gente corriente entre la que vivía, sin señalarse por nada especial, creciendo poco a poco. 

Cuentan de Jesús que no pudo hacer nada en Nazaret, allí le “cortaron las alas”, era demasiado conocido para ellos, demasiado común, demasiado igual... Me emociona que la acción sanadora de Jesús no puede provocarla él mismo, sino que está a merced de la confianza de aquellos con los que entra en relación. Jesús tenía la gracia de conceder autoridad a cada persona, de devolverle su dignidad, de remitirla a sí misma, de ayudarla a conectar con su ser profundo. Nunca decía “yo hice esto por ti, o yo te dije”. Remitía a la persona a su ser más hondo: “tu confianza te ha sanado”… el Dios que hay en ti.


Al cerrar el verano y comenzar un curso nuevo, tal vez nos haga bien disponernos, al modo de Jesús, como “dadores de alas” con aquellos con los que convivimos día a día y nos rozamos en la comunidad, volver a renovar la confianza después de algún desencuentro y continuar apostando por lo mejor que guarda cada persona…A veces es difícil “vivirlo dentro de casa” pero también es lo que más nos acerca a la buena noticia de Jesús"


Mariola López Villanueva 

 Y ahora yo te pregunto: ¿Eres DADOR DE ALAS o CORTADOR DE ALAS?

martes, 11 de junio de 2013

¿Cuáles son tus falsas creencias? Identifícalas!





"Cuando yo era chico me encantaban los circos y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí, como a otros, después me enteré que me llamaba la atención el elefante.

Durante la función la enorme bestia hacia despliegue de su peso tamaño y fuerza descomunal...pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes.

Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
-.Si está amaestrado ¿Por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: “ el elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño “.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.

Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar y también al otro y al que le seguía....
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree que no puede. 

El tiene el registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás...jamás....intentó poner a prueba su fuerza otra vez".

Pablo Coello

¿A qué falsas creencias estás atado tú?

viernes, 7 de junio de 2013

Si no es ese el camino...cambia la ruta o el destino.



El camino que has elegido es cada vez más triste, gris,está lleno de piedras, de vez en cuando hay niebla, enredaderas que trepan por tus piernas cuando te paras, hay cardos y conforma vas andando más cuesta arriba se hace... ¡Párate! 
Sal del camino. 
Busca otro camino o busca otro destino.
Te está haciendo daño.
 Mira las señales que hay a tu alrededor. 
Escucha a los que te quieren. 
Piensa bien hacia donde quieres ir.
Y sal de ahí. 
Porque...
Por mucho que cortes ramas, te cures heridas, quites piedras, saltes montañas...lo único que estás haciendo es un gran desgaste de energía que podrías utilizar para alcanzar tus sueños, tus metas, tus proyectos de una forma mucho más sencilla.
Ahora mismo ¿qué señal te está diciendo que no es por ahí?

martes, 4 de junio de 2013

LA SERPIENTE Y LA LUCIERNAGA



"No hay que envidiar a las personas que brillan, hay que imitarlas, y entonces, brillarás con luz propia"
 

Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una Luciérnaga; ésta huía rápido de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir.
Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada.
Al tercer día, la Luciérnaga paró y fingiéndose exhausta, dijo a la serpiente:
- Espera, me rindo, pero antes de atraparme permíteme hacerte unas preguntas.
- No acostumbro dar éste precedente a nadie pero como te pienso devorar, puedes preguntarme.
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
- No.
- ¿Te hice algún mal?
- No.
- Entonces, ¿Porque quieres acabar conmigo?
- Porque no soporto verte brillar.
La luciérnaga se atrevió a recabar esa información, porque quería entender la situación que a todas luces le parecía sin sentido.
Una vez enterada del adormecimiento y la envidia de la serpiente, se limitó a sonreír y volar más alto y rápido aún, con lo que la serpiente se quedó con ganas de ese bocado tan luminoso que demostró estar fuera de su alcance.
En un guiño final de su luz, el bichito alado le gritó a la serpiente, muy encima de ella:
-“Es hora de que aprendas a brillar tu misma de un modo tan hermoso que aún nosotras las luciérnagas, observemos con admiración, tu gran resplandor”
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