viernes, 20 de enero de 2012

"DOCTORA EN DESENVOLVIMIENTO INFANTIL Y RELACIONES HUMANAS"

Cierto día, Ana fue a renovar su carnet de conducir.
Cuando le preguntaron cuál era su profesión, ella dudó...  no sabía bien cómo llamarla...
el funcionario insistió: “lo que le pregunto es si tiene un trabajo”... “claro que tengo un trabajo", exclamó Ana... "Soy madre."
"Nosotros no consideramos eso un trabajo. Voy a poner que es ama de casa", dijo el funcionario, fríamente.
Una amiga suya, Marta,  se enteró de lo sucedido  y se quedó pensando al respecto…
Un día, ella se encontró en la misma situación. La persona que la atendió era una funcionaria de carrera, segura y eficiente.
El formulario parecía enorme e interminable!
La primera pregunta fue: “cuál es su ocupación?"
Marta pensó un momento y, sin saber bien cómo, respondió:
"Soy doctora en desenvolvimiento infantil y en relaciones humanas”
La funcionaria hizo una pausa... y Marta debió repetir lentamente, enfatizando las palabras más significativas.
Luego de anotar todo, la joven osó indagar:
"Puedo preguntar, qué es lo que hace...  exactamente?"
Sin la menor duda, con mucha calma, Marta respondió: “desarrollo un programa a largo plazo, dentro y fuera de casa."
Pensando en su familia, ella continuó: "soy responsable de un equipo y  ya recibí cuatro proyectos. Trabajo en régimen de dedicación exclusiva, el grado de exigencia es de 14 horas por día, a veces... hasta 24 horas."
A medida que iba describiendo sus responsabilidades, Marta notó un creciente tono de respeto en la voz de la funcionaria, que finalizó el formulario sin hacerle más preguntas
Cuando regresó a su casa, Marta fue recibida por su equipo: una niña de 13 años, una de 7 y otra de 3...
Subiendo la escalera, al piso superior de la casa, pudo oir a su proyecto más nuevo... un bebé de seis meses, ensayando un nuevo tono de voz.
Feliz, Marta tomó el bebé en brazos y pensó en la gloria de la maternidad, con sus muchas responsabilidades... y horas interminables de dedicación...
"Mamá, dónde están mis zapatos?...mamá, me ayudas con la tarea?... mamá, el bebé no deja de llorar... mamá, me buscas de la escuela?... mamá, irás a verme bailar?... mamá, me compras...?... mamá..."
Sentada en su cama, Marta pensó: "si ella era Doctora en Desenvolvimiento Infantil y Relaciones Humanas... qué serían las abuelas?”
Y luego descubrió un título para ellas: doctoras-sénior en desenvolvimiento infantil y en relaciones humanas.
Las bisabuelas, Doctoras Ejecutivas Sénior.
Las tías, doctoras-asistentes...

...Y todas las mujeres, madres, esposas, amigas y compañeras: Doctoras en el Arte de Hacer la Vida Mejor...!!!
En un mundo en el que se da tanta importancia a los títulos, en que se exige siempre mayor especialización en el área profesional...
Conviértete en una especialista en el arte de Amar.!"