miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL MES DE NOVIEMBRE ES EN MEXICO EL MES CONTRA LA VIOLENCIA A LA MUJER, AL MALTRATO, A LA VIOLENCIA DE GENERO...LLAMALO "X", AL FINAL EL RESULTADO ES EL MISMO: LA MUERTE DE MUJERES INOCENTES.

REFLEXION HECHA POR FERNANDA FAMILIAR  ACERCA DE LA VIOLENCIA A LA MUJER

“Palabras que matan” por Fernanda Familiar

No se necesita presentar moretones para alegar violencia, en muchas ocasiones ésta se esconde en actitudes y frases y a esto de le llama “Violencia Sutil o Abuso Verbal, el siguiente texto se público en la revista Fernanda, Una mujer como tú (Año 2 Num. 19)

Las manifestaciones del abuso verbal son:

La víctima suele ser el blanco de arranques de sarcasmo o de una fría indiferencia. La reacción del abusador ante estas acciones está encubierta de una actitud de: “qué te pasa, de todo haces un drama, estás loca, cómo me molestas, para todo lloras y gritas, no se puede platicar contigo, no sabes escuchar, no sabes, no sabes, no sabes…”. Con el tiempo. Ella pierde su equilibrio, comienza a preguntarse si ella es la que está loca y di de verdad no sabe.

El abuso verbal es dañino y suele atacar la naturaleza y las capacidades de la pareja. La persona puede comenzar a creer que hay algo malo en ella o en sus capacidades.

El abuso verbal encubierto. A través de comentarios sutiles (lavado de cerebro) es una agresión oculta que confunde aún más a la pareja. Su objetivo es controlarla sin que se dé cuenta.

El abuso verbal es manipulador y controlador. Alguien puede hacer comentarios despectivos de una forma sumamente sincera y desinteresada, pero el objetivo es controlar y manipular.

Es insidioso. La autoestima de la pareja va disminuyendo gradualmente sin que se dé cuenta. Ella podría tratar de cambiar su comportamiento para no perturbar al abusador.

Es imprevisible. Ésta es una de las características más significativas del abuso verbal. La pareja queda atontada, desestabilizada por el sarcasmo. La frase hiriente, el desprecio, la crítica, el repudio o el comentario injurioso.

El abuso verbal es el tema principal de la relación. Cuando una pareja está teniendo una discusión sobre un tema real, el tema puede ser resuelto. En una relación verbalmente abusiva, no hay ningún conflicto específico. El tema es el abuso y este tema no se resuelve, no tiene final.

Expresa un doble mensaje. Hay una incongruencia entre la forma que habla el abusador y sus verdaderos sentimientos. Por ejemplo, puede sonar muy sincero y honesto mientras está diciendo a su pareja lo que ella tiene de malo

El abusador está constantemente corrigiendo lo que se hace, lo que se dice. Hace sentir a la pareja que está confundido. Siempre tiene preguntas que lo llevan a confirmar que es el otro el que se atreve a pensar diferente. Ante esto, el abusador siempre tiene pocas respuestas. Es una forma de no permitir que se tengan ideas propias por su inseguridad de no poder confrontar esas ideas.

El abusador rebaja la realidad del otro y esto es destructivo, porque niega la percepción del otro.

Dictamina lo que puede ser discutido. Desvía la atención para no aceptar sus carencias.

Puede juzgar a su pareja, criticarla expresando juicios sobre ella. Si ella se defendiera u objetara. Puede decirle que simplemente está señalando algo para ayudar, pero en realidad está expresando su falta de aceptación de ella.

Trivializar. Hace el intento por tomar algo que se ha dicho y convertirlo en insignificante: “eso no es para tanto, no veo por qué te duele tanto, etc.” Generando culpa en ella, pero en realidad el que no se entiende es él.

El abusador retiene el apoyo emocional, erosiona la confianza y la determinación.

Manipula a su pareja, haciendo que surjan en ella sus mayores temores.

Exigir y pedir, antes de dar u ofrecer, es una forma clásica de abuso verbal. Niega la igualdad de la pareja.

El abuso verbal no es utilizar malas palabras, es algo mucho más profundo y más sutil