Un día soleado con un azul radieante en el cielo y un sol que calentaba demasiado, apareció ante mí mientras caminaba, un lago, precioso, invitaba a darse un buen chapuzón y me senté en el borde del embarcadero. Mientras observaba el lago y el sol estaba en todo lo alto del cielo, me puse a pensar.
¿Me tiro o no me tiro?... ¿cómo estará el agua?... ¿fría o caliente?... ¿será muy hondo?...¿sabré nadar o me ahogaré?...¿haré pie? y si me empiezo a ahogar ¿vendrá alguien a salvarme?... daré una vuelta alrededor del lago... se ve tan bonito...el sol iba bajando poco a poco...y yo seguía pensando...es tan clara el agua...tan azul...tan transparente...pero no tengo bañador...bueno, me puedo bañar en ropa interior...incluso desnuda o vestida...no sé que hacer... ¿y si le pregunto a alguien?...me he encontrado a un joven y me ha dicho que estaba caliente...luego he preguntado a un señor mayor que paseaba con su perro y me ha dicho que estaba tremendamente fria ...se estaba haciendo tarde pero aún así le pregunté a un grupo de chicas y me dijeron que estaba perfecta....
Cuando quise darme cuenta ya había caido la noche y hacía frio, tenía que volver a casa. ¡Qué tristeza tenía! por que nunca volvería a pasar por aquellas montañas ni por aquel lago. Me iba a casa sin que hubiera pasado nada en mi vida, ni me bañé, ni me desnudé, ni sentí el sol sobre mi piel, ¡ni siquiera me ahogué!....
¿Te ha dado la vida oportunidades que has desaprovechado de tanto pensar?
Pasa a la acción, tírate de vez en cuando a la piscina y a ver que pasa, por que algo pasará, bueno o malo, pero algo tiene que pasar, lo que si está claro es que si te quedas esperando y pensando puede pasar el tiempo y esfumarse una oportunidad que quizás la vida no vuelva a dártela.
¡PONTE EN ACCIÓN! ¡YA!
