jueves, 29 de agosto de 2013

"MIS HERIDAS DE GUERRA"



- "¡Ala! ¡cuántas manchas te han salido en la cara!" me dijo ayer una "amiga mía".
- "Siiii - dije con orgullo- son mis heridas de guerra" se me quedó mirando raro y me preguntó que eso que significaba...(con una cara que era un poema).

"Estas manchas en la cara me salieron cuando me quedé embarazada de mi hija y no se me han ido, y eso que ya han pasado cinco años, la verdad que no me las he cuidado mucho pero es que no me importa en absoluto que estén ahí, al contrario, cuando me miro por la mañana en el espejo y las veo me sale una enorme sonrisa en la cara que me viene directamente del corazón y doy gracias por ser Madre y haber tenido unos hijos maravillosos. ¡Ellas me lo recordaran siempre!"

Igual que mis canas o mis arrugas, todas ellas tienen una historia que contar, y ojalá pueda llegar a tener el pelo completamente blanco y la cara llena de arrugas, porque significará que he llorado, que he reido, que he viajado, que enfermado, que he ayudado, que he amado y me han amado......¡QUE HE VIVIDO!.
Gracias Universo por todas mis "heridas de guerra".

lunes, 12 de agosto de 2013


  LA EXTRAÑA

 

 Unos cuantos años después de que yo naciera, mi padre conoció a una extraña, recién llegada a nuestra pequeña población.
Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este encantador personaje y enseguida lo invitó a que viviera con nuestra familia. 
 La extraña aceptó y desde entonces ha estado con nosotros.
Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia; en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial. 
Mis padres eran instructores complementarios: Mi mamá me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi papá me enseñó a obedecer. 
Pero la extraña era nuestra narradora.
Nos mantenía hechizados durante horas con aventuras, misterios y comedias. Ella siempre tenía respuestas para cualquier cosa que quisiéramos saber de política, historia o ciencia. 
¡Conocía todo lo del pasado, del presente y hasta podía predecir el futuro!
¡Llevó a mi familia al primer partido de fútbol!
Me hacía reír, y me hacía llorar. Nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba. A veces, mi mamá se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo tenía que decir, ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad. (Ahora me pregunto si ella habrá rogado alguna vez, para que la extraña se fuera de mi casa).
Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero la extraña nunca se sentía obligada para honrarlas.
Las blasfemias, las malas palabras, por ejemplo, no se permitían en nuestra  casa, ni por parte de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualquiera que nos visitase. Sin embargo, nuestra visitante de largo plazo, lograba sin problemas usar su lenguaje inapropiado que a veces quemaba mis oídos y que hacía que papá se retorciera y mi madre se ruborizara.
Mi papá nunca nos dio permiso para tomar alcohol. Pero ella nos animó a intentarlo y a hacerlo regularmente.
Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos, y que los cigarros y las pipas se vieran distinguidos. Hablaba libremente (quizás demasiado) sobre sexo.
Sus comentarios eran a veces evidentes, otras sugestivos, y generalmente vergonzosos.
Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por la extraña.
Repetidas veces la criticaron, mas nunca hizo caso a los valores de mis padres, aun así, permaneció en nuestro hogar.
Han pasado más de cincuenta años desde que la extraña se mudó con nuestra familia. Desde entonces ha cambiado mucho; ya no es tan fascinante como era al principio.
 De todas formas, si pudieras entrar en casa de mis padres, todavía la encontrarías sentada en su esquina, esperando por si alguien quiere escuchar sus charlas o dedicar su tiempo libre a hacerle compañía... ¿Su nombre?


LA TELE

pero ¡ojo! que no está sola, se ha casado con EL ORDENADOR y tienen un hijo que se llama MÓVIL y un nieto (que tiene pinta de  ser el peor de todos) que se llama SMART PHONE.

 ¡Cuidado! porque amenazan con quedarse para siempre y seguir aumentando la familia....